¿Qué es el Reflujo?
El reflujo es el retroceso de líquido en el cuerpo. Generalmente se utiliza para referirse al paso del contenido del estómago al esófago, a menudo debido a un fallo o deficiencia en el esfínter esofágico inferior (EEI).
A este trastorno se le denomina reflujo gastroesofágico (RGE) y, si persiste, se convierte en la enfermedad
por reflujo gastroesofágico (ERGE).
¿Qué es el reflujo gastroesofágico?
El EEI utiliza los músculos del diafragma crural (que se sitúan en la base del tórax y sirven para respirar) para mantener cerrado el esófago durante la mayor parte del tiempo.
Sin embargo, cuando el cuerpo se encuentra en posición vertical, se permite una relajación ocasional y temporal de los músculos para expulsar gases (mediante el eructo).
El esfínter esofágico inferior de muchas personas no funciona todo lo bien que debería, lo que permite que el contenido del estómago retroceda al esófago.
Uno de los motivos más habituales es la hernia de hiato. El hiato es el orificio en el diafragma por el que pasa
el esófago justo por encima de su unión con el estómago.
Hay muchas personas en las que la parte superior del estómago puede atravesar este orificio. Es la llamada hernia de hiato, y su causa no siempre es conocida.
Algunas personas nacen con un hiato mayor de lo normal, lo que permite que la hernia se produzca a edades tempranas. Para otras personas, la presión ascendente creada por un exceso de grasa corporal puede ser el factor desencadenante.
En la mayoría de los pacientes la hernia de hiato no causa problemas, pero en algunos casos los músculos del esfínter pueden no ser lo bastante fuertes como para mantener firmemente cerrado el extremo del esófago.
El sobrepeso y la grasa abdominal pueden ejercer presión sobre el estómago y empujar su contenido hacia arriba por el esófago, pero incluso las personas en buen estado de forma y con peso normal pueden sufrir reflujo.
Algunas causas pueden ser llevar prendas ajustadas, realizar ejercicio intenso tras la comida o sencillamente doblar el cuerpo hacia delante. Si el EEI no funciona correctamente, puede que entre parte del contenido del estómago.
El ardor es el síntoma más comúnmente asociado con el reflujo, pero el 30% de los pacientes con reflujo declaran no experimentarlo. El dolor se debe a que el ácido ataca la capa superior del esófago.
Puede que aquellos que no sienten molestias sean menos susceptibles al dolor, que la capa mucosa diluya el ácido lo suficiente como para que no cause quemaduras o que sus células se hayan insensibilizado mediante una transformación (y hayan pasado, por ejemplo, de ser escamosas a columnares, como ocurre en el esófago de Barrett).
Existe también la teoría de que el estrógeno actúa como factor protector, lo que explicaría por qué las mujeres tienen mayor probabilidad de no sentir la acidez del reflujo y menor probabilidad de desarrollar cáncer de esófago. El estrógeno puede actuar como elemento protector, dado que el reflujo ácido es especialmente habitual durante el embarazo.
Un ataque de acidez prolongada puede causar una cicatrización e inflamación conocida como esofagitis. El término “enfermedad por reflujo gastroesofágico” (ERGE) puede utilizarse cuando alguien sufre con frecuencia los síntomas del reflujo.
El término “enfermedad por reflujo no erosiva” (ERNE) puede emplearse cuando alguien padece ERGE sin acidez. Si se produce reflujo gastroesofágico, el material puede continuar ascendiendo hasta la parte superior del esófago, donde se une a la tráquea y a la parte posterior de la garganta.
Existe una lámina cartilaginosa que normalmente se cierra sobre la entrada del esófago para permitir la respiración. Esta lámina, controlada por el músculo cricofaríngeo, se abre automáticamente cuando
tragamos para permitir que el alimento pase al esófago en lugar de a los pulmones. Aunque en ocasiones puede experimentar espasmos (lo que causa esa sensación de tener un nudo en la garganta, llamado “globus faríngeo”), no es muy eficaz a la hora de detener el reflujo, que puede aspirarse a través del sistema respiratorio.