Después de las comidas deberíamos permitir que el estómago se vaciase antes de realizar cualquier actividad que pueda comprimirlo, inclinarlo o agitarlo.
Probablemente lo mejor sea abstenerse de realizar ejercicios como los abdominales, levantar cargas pesadas, doblarse hacia delante, correr o nadar, entre otros, durante al menos una hora tras las comidas.
Sin embargo, se recomienda realizar ejercicio leve en posición erguida, como caminar, puesto que ayuda a que la comida pase más rápidamente del estómago al duodeno.