Este año hemos contado con dos conferencias muy interesantes, por un lado el Dr. Javier Aranda, Gastroenterólogo del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, y por otra, la Dra. Inmaculada Domínguez, Cirujana Digestiva del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
El Dr. Aranda, habló en exclusiva sobre el esófago de Barrett, y por ende, no comentaremos todo lo relacionado con las explicaciones del concepto y
tratamiento del mismo, si no que intentaremos describir las novedades y actualizaciones de la patología, así como las opiniones personales y profesionales
que se comentaron.
El Dr. Aranda posee una experiencia profesional muy enriquecida por el hecho de haber estado ejerciendo su formación y profesión en Toronto, donde las técnicas endoscópicas y quirúrgicas están avanzadas. Se aportaron datos estadísticos sobre la incidencia del barrett en nuestra sociedad y se apostó sin ninguna duda, de que se trata de una patología infra-diagnosticada, puesto que se prevé que aproximadamente la incidencia general es de un 3% de la
población general y que actualmente solamente están diagnosticados aproximadamente un 10% de ellos, lo que magnifica aquello que tantas veces
hemos comentado en los foros y en asambleas, que es el privilegio de estar diagnosticado y que puedas tener un tratamiento por ello, siendo aquellos no
diagnosticados, y por lo tanto no tratados, los que están en peligro real de mala evolución.
Haciendo un breve esquema, estas fueron las notas destacadas y personales que expuso el Dr Aranda :
Muy importante en el Barrett es tener un diagnóstico correcto por parte de un buen profesional y con experiencia, y aquí destacamos sus afirmaciones, que según él, un esófago de Barrett de menos de 1 cm casi no lo consideraría como tal.
Una vez diagnosticado, la misión más importante por parte del médico y el paciente es la de eliminar el reflujo, siendo el motivo principal, a falta de estudios, de que el esófago de Barrett pueda evolucionar. En este punto, el Dr. Aranda comentó que es muy importante calibrar bien la medicación mediante Phmetrias y manometrías, con el fin de tener un control efectivo del reflujo, siendo mucho más importante esto que la alimentación, factor que comúnmente con todos los médicos que nos han visitado estos años, no se le debe dar la importancia que a veces le damos, siendo mucho más importante estar bien medicado.
No se ha demostrado en estudios, que el tabaco y el alcohol sean factores determinantes en la evolución del Barrett.
En relación a los controles endoscópicos, destacó una cosa importante y novedosa, que lo importante no es CUÁNDO, sino CÓMO. Es decir, lo importante es que lo haga un médico con experiencia y que se haga con precisión y con buenas técnicas e instrumentos, para obtener unas buenas muestras para patología, siendo esto más importante que hacer controles mas a menudo. El Dr. Aranda, apuesta por controles de la metaplasia cada 3-5 años en función de características particulares del barrett y/o del paciente, ya que él cree que haciendo controles más a menudo puedes terminar dando al paciente una sensación de importancia que no tiene, (comentó que muchas veces el médico apuesta por hacer controles más cortos en el tiempo, más por su ansiedad, que la del paciente.)
En relación a la aparición de displasia, se apuesta por el tratamiento de ablación endoscópica que siempre hemos hablado (mucosectomía y radiofrecuencia) con una tasa de curación actualizada de más del 95%, y se suma a los médicos que desaconseja del todo, practicar una ablación sobre metaplasia intestinal.
El Dr.Aranda comentó, después de la conferencia, que en sus años de tratamiento de enfermos de Barrett, hay muy pocos casos, por no decir casi nunca, de pacientes con metaplasia intestinal que bien tratados y bien medicados hayan evolucionado hacia un cáncer; siendo normalmente los que se les diagnostica por primera vez, aquellos que tienen mal diagnóstico.
La conferencia concluyó con un mensaje de mucha tranquilidad : que debemos sentirnos “privilegiados” al estar diagnosticados, ya que el peligro real lo tienen aquellos que no lo están, que lo más probable es una NO evolución, y que si evoluciona, SEGURO que no nos moriremos de un cáncer de Esófago, pues nunca llegaremos a ello.
En relación a la conferencia de la Dra. Domínguez, se trató exclusivamente del tratamiento quirúrgico del reflujo mediante la funduplicatura esofágica. Fue una conferencia muy descriptiva y profesional, muy interesante para todos aquellos enfermos de reflujo que necesiten cirugía para evitar el mismo. Sobre aquello que siempre se discute en el foro, que es la necesidad de operar o no, y así evitar la medicación crónica que estamos sometidos, se expusieron los
motivos que hacen necesaria la intervención quirúrgica:
Fracaso o Rechazo del tratamiento médico
Complicaciones de la ERGE
Manifestaciones extraesofágicas de la ERGE ( ej. reflujo alcalino)
Quedó muy clara la postura de ambos profesionales en relación al debate que se originó en la sala en relación a la intervención y/o medicación:
La medicación mediante IBPS es segura. Con los años que llevamos de experiencia y estudio, no hay conclusiones evidentes de daños secundarios a largo plazo, por lo que hay que estar tranquilos por la toma crónica que sufrimos los afectados por Barrett.
Pero es muy importante calibrar esta medicación, y sobretodo, saber si está funcionando la misma, ya que si no funciona o continuamos evidenciando síntomas de reflujo, hay que acudir a la Cirugía.
La Dra. Domínguez comentó que la técnica es muy sencilla y que, si la practica un profesional con experiencia en centros de referencia, las probabilidades de éxito son muy altas, pudiendo incluso reintervenir en caso de que a posteriori no quede bien ajustada. Por ello, podemos comentar varias conclusiones:
Es muy importante eliminar el Reflujo, bien con la medicación bien calibrada, o mediante cirugía, siendo a fecha de hoy, el motivo principal por
el cual puede evolucionar el Barrett.
En caso de evolución, las técnicas de ablación endoscópica están cada vez más implantadas y por ende, las posibilidades de éxito son muy altas.
Se desaconseja de forma absoluta la ablación de la metaplasia.
Es muy importante hacer buenos controles del barrett, estar en manos expertas y que conozcan la patología, siendo más importante el CÓMO que
el CUÁNDO.
La alimentación, el alcohol, etc… no son factores determinantes para una posible evolución, aunque si deben minimizarse en caso de que provoquen
o empeoren el reflujo, siendo mucho más importante el estar bien medicado.
Los IBPS son seguros a largo plazo, pero en caso de persistencia de síntomas de reflujo , se aconseja la cirugía del esófago.
Por último, comentar que somos los diagnosticados los que realmente estamos en situación de privilegio, al ser muy difícil, por no decir imposible, que algún día pueda evolucionar lo nuestro sin que haya solución… cosa que si les pasa a aquellos que a fecha de hoy no están diagnosticados.
Y en resumen, esto fue lo que se trató en las charlas sobre esófago de Barrett. Esperamos que te haya sido de gran ayuda, y que el año que viene te animes a asistir y aportar tu experiencia, resolver tus dudas y ponerte al día de todos los avances 😉