Es necesario obtener muestras celulares (biopsias) y examinarlas en el microscopio para identificar el esófago de Barrett y buscar posibles signos de displasia.
El protocolo de Seattle, que se puso en marcha hace aproximadamente 20 años, exige que se tome una biopsia por cada cuadrante de 2 cm de lado dispuesto a lo largo de la zona estudiada.
En ocasiones no resulta sencillo determinar con exactitud dónde comienza y acaba la zona en la que se sospecha que existen células de Barrett, y es poco probable que se dispongan en una elipse perfecta como la de la imagen.
Lo más habitual es que se presenten lengüetas o islas y que la superficie del esófago no sea completamente plana y lisa. El protocolo de Seattle ha estado sujeto a varias discusiones, y se han publicado investigaciones que parecen contradecirse mutuamente. [t-i][t-ii]
Un buen endoscopista puede ser capaz de identificar las áreas sospechosas, pero puede ser como buscar una aguja en un pajar.
Encuentra el símbolo diferente Se han empleado distintas técnicas para tratar de facilitar el proceso de identificación de las células sospechosas, incluido el rociar el esófago con vinagre, que hace que las áreas con células de Barrett se muestren mejor.
Otras técnicas utilizan luces de diferentes colores: la imagen trimodal utiliza técnicas de autofluorescencia y de imagen de banda estrecha en combinación con la luz blanca normal. Además, en la actualidad existen nuevos endoscopios que llevan incorporadas funciones de microscopia.
Las muestras extraídas con la biopsia, cada una de las cuales tiene el tamaño de un grano de arroz, se colocan en un agente fijador para preservarlas y se envían a los laboratorios de patología, donde se envuelven en parafina.
Cuando la muestra ha reposado, se divide en cortes muy finos para su análisis en el microscopio por parte de un histopatólogo con formación específica en el campo que estudia la estructura de las células. La presencia de un epitelio columnar con células caliciformes es indicativa del esófago de Barrett.
La siguiente imagen muestra una imagen típica de microscopio (con etiquetas) en la que se han descubierto células de Barrett.
El patólogo también debe determinar si las células han comenzado un proceso que pudiera desembocar en cáncer llamado “displasia” (véase la sección sobre esófago de Barrett).