Existen muchos términos para referirse a los espasmos esofágicos. El término “esófago en cascanueces” designa por lo general una peristalsis hipertensiva en la que se exacerba la actividad muscular normal de la peristalsis. Los músculos del esófago se contraen y se relajan consecutivamente, como en una peristalsis normal, pero se ejerce una presión mayor.
Puede resultar difícil definir los síntomas, pero se han observado dolores en el pecho de distinto tipo, regurgitación o disfagia. Las contracciones musculares tienen lugar según lo esperable, pero son excesivas. Si alcanza un grado extremo, este trastorno se denomina esófago hipercontráctil, también conocido como “esófago en martillo neumático”.
En el caso del espasmo esofágico difuso, el ritmo coordinado habitual de contracción y relajación de la peristalsis se ve interrumpido o no mantiene el ritmo adecuado. La gravedad y frecuencia de los síntomas es variable, pero dado que es poco frecuente que conduzca a situaciones de mayor peligro, no suelen tomarse medidas al respecto, aparte de analgésicos para el dolor en el pecho.
Cuando los síntomas son más graves, el tratamiento es similar al de la acalasia. A menudo estos trastornos mejoran con el paso del tiempo.