RESECCIÓN ENDOSCÓPICA MUCOSA EN EL ESÓFAGO DE BARRETT CON DISPLASIA DE ALTO GRADO
El esófago de Barrett (EB) es una complicación del reflujo gastroesofágico de larga evolución. Constituye una lesión preneoplásica, con una tasa de desarrollo de adenocarcinoma del 0.5% paciente/año. Cuando tenemos displasia de bajo grado sobre EB la tasa de adenocarcima es del 0.6% anual y cuando la displasia es de alto grado (DAG), el porcentaje de progresión es del 10% anual.
En la actualidad, las posibilidades de tratamiento de la DAG sobre EB, ya sea para lesiones sobreelevadas o para resección radical del EB con DAG que aparece en las biopsias aleatorias del seguimiento son: el tratamiento quirúrgico, la ablación mediante radiofrecuencia o la resección mucosa endoscópica también llamada mucosectomía (REM). La REM, al igual que las otras 2 técnicas obtiene altas tasas de curación, superiores al 90% y un índice bajo de recurrencias. Permite además tratar lesiones que pueden aparecer durante el seguimiento.
La recurrencia de la neoplasia después de la resección completa del esófago de Barrett es rara, lo que muestra que toda la mucosa de Barrett se debería resecar para un efecto persistente del tratamiento.
En confrontación con la cirugía, la REM evita la morbimortalidad que esta produce, si bien en la mucosectomía radical de todo el Barrett el porcentaje de estenosis esofágicas puede alcanzar hasta el 50% de los pacientes con este tratamiento. Este porcentaje disminuye si el procedimiento se realiza de forma escalonada, estando en torno al 20%. Otras complicaciones como el sangrado diferido o la perforación son muy poco frecuentes. La mortalidad de la técnica es prácticamente nula, frente a tasas que pueden alcanzar el 15-20% en la cirugía convencional. Lo ideal es que dicha cirugía se realice en centros con un adecuado volumen de esofaguectomías y que tengan tasas de mortalidad por debajo del 5%.
Frente a las terapias ablativas como la radiofrecuencia, la REM ofrece la posibilidad de recuperar las piezas resecadas y estudiarlas histológicamente, lo que permite conocer la correcta extensión de las lesiones hacia capas profundas del esófago. En el estudio de Larghi (Gastrointestinal Endoscopy 2005), tras la REM, el 24 % de las lesiones etiquetadas como DAG, pasaron a ser carcinoma esofágico mucoso y el 40% de los carcinomas mucosos pasaron a carcinoma invasivo. A su vez, en el trabajo de Sayanc, (Gastroentelogy 2008), en el 25% de las lesiones diagnosticadas con biopsia de DAG o cáncer superficial, se cambió el estadiaje (hacia arriba o hacia abajo) tras el estudio de la muestra obtenida con EMR.
No quiere decir esto que la REM, excluya las otras técnicas, si bien nos parece la opción más razonable para tratar estas lesiones de forma inicial. Puede complementarse en ocasiones con la radiofrecuencia o puede ser la prueba diagnóstica que derive a algunos pacientes hacia el tratamiento quirúrgico.