A día de hoy, el grado de displasia, así como la longitud y la Metaplasia intestinal va a determinar ciertas características del Esófago de Barrett. Dependiendo del grado de displasia presente en el paciente, se deberá seguir un procedimiento u otro:
1- Sin displasia: Se debe realizar un control cada 2-5 años.
2- Bajo grado: Se debe confirmar histología, hacer un control cada 2-12 meses y la realización de ablación.
3- Alto grado: Se debe confirmar histología, realizar la resección mucosa y ablación o seguimiento de cirugía.
En cuanto al futuro, para determinar el riesgo del paciente, se utilizarán nuevos marcadores sistémicos y mucosos que mejorarán la histología. Además se comenzarán a emplear nuevas técnicas de imágenes endoscópicas y se realizarán biopsias guiadas por la imagen. Esto se produce cuando existe un riesgo bajo, por lo que se realizarán en intervalos ampliados, sin necesidad de seguimiento.
Por otro lado, para reducir el riesgo por intervención, se realizará una ablación o resección mucosa a todos los pacientes que estén en alto riesgo. Además, de aplicar quimioprofilaxis y nuevas terapias farmacológicas (AINES, estatinas, melatonina). Ante estos factores, se debe seguir un seguimiento exhaustivo, realización de ablación y resección mucosa endoscópica, y cirugía.
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