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Científicos del Medical Research Council han identificado cambios en los patrones de moléculas de azúcar que cubren a las células pre-cancerosas en el esófago -una condición conocida como esófago de Barrett- facilitando la detección y eliminación de estas células antes de que se conviertan en cáncer de esófago. Estos resultados, publicados en la revista «Nature Medicine», tienen importantes implicaciones para los pacientes, ya que pueden ayudar a controlar su condición y prevenir el desarrollo del cáncer.El cáncer de esófago es la quinta causa principal de muerte por cáncer en el Reino Unido, y la octava causa principal de muertes por cáncer en hombres en los Estados Unidos; y el número de personas diagnosticadas con esta enfermedad está aumentando rápidamente. Los individuos con una condición pre-cancerosa, conocida como esófago de Barrett, tienen un riesgo mayor de desarrollar cáncer de esófago, y deben ser monitoreados para asegurarse de que la enfermedad no progresa.
El esófago de Barrett posee una etapa en la que el cáncer se puede prevenir mediante la eliminación de las células pre-cancerosas; sin embargo, la correcta identificación de estas áreas ha demostrado ser problemática, ya que fácilmente se pueden pasar por alto durante la endoscopia y biopsia.
Ahora, un equipo de investigadores con sede en la Unidad Celular del Cáncer en Cambridge -dirigido por la doctora Rebecca Fitzgerald, en colaboración con Lara Mahal, profesora de Química de la Universidad de Nueva York y el profesor de Química, William Eng- ha descubierto un nuevo mecanismo para la identificación de células en la displasia de Barrett, que consiste en pulverizar una sonda fluorescente que se adhiere a los azúcares y resalta las células anormales durante la endoscopia.
Mediante el análisis de los azúcares presentes en las muestras de tejidos humanos, tomados de diferentes etapas del cáncer -utilizando una tecnología de microarrays desarrollada por Mahal en la Universidad de Nueva York- los investigadores observaron diferentes moléculas de azúcar presentes en la superficie de las células pre-cancerosas. Esta tecnología utiliza las proteínas de azúcar, conocidas como lectinas, para identificar cambios en los azúcares e identificar proteínas de germen de trigo como un potencial diagnóstico. Cuando las proteínas de germen de trigo, unidas a un marcador fluorescente que brilla bajo un determinado tipo de luz, fueron rociadas sobre las muestras de tejido, mostraron una disminución de la unión celular en las áreas de displasia.
«El aumento de casos de cáncer de esófago en el Reino Unido, y en todo el mundo occidental, significa que cada vez es más importante encontrar maneras de detectarlo lo más pronto posible», afirma Fitzgerald, quien añade que «nuestro trabajo tiene muchos beneficios potenciales para las personas con esófago de Barrett, que tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de esófago».
(EUROPA PRESS)