Identifican cuatro variantes genéticas relacionadas con el cáncer de esófago y esófago de Barrett
Hoy queremos contaros una noticia importante a lo que el esófago de Barrett se refiere.
La unión internacional, liderada por el Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson, de Estados Unidos, y el Instituto de Investigación Médica Berghofer QIMR, en Australia, ha conseguido identificar cuatro variantes genéticas asociadas al aumento de riesgo de desarrollar cáncer de esófago y su antecesor, esófago de Barrett.
Thomas L. Vaughan, miembro del Programa de Epidemiología de la División de Ciencias de la Salud Pública de Fred Hutch, ha publicado este estudio en . Vaughan dirigió este proyecto junto a David Whiteman, jefe del Grupo de Control del Cáncer en QIMR.
Ambos pertencen a BEACON, (consorcio internacional de adenocarcionma esofágico y esófago de Barrett). Lugar donde se encuentran más de 40 científicos de Norteamérica, Australia o Europa.
«Estos descubrimientos dejan claro que la obesidad, el reflujo gastroesofágico, fumar, y la dieta tienen gran importancia y responsabilidad de la creciente incidencia y mortalidad por adenocarconima de esófago”, dijo Thomas L. Vaughan. También destacó el factor heredado.
Para entender el papel de la genética en el cáncer de esófago, se obtuvieron datos y muestras de ADN de un total de 15 estudios hechos en los últimos 20 años. Fueron ocho mil participantes, entre ellos, unos cinco mil con cáncer de estómago o esófago de Barrett y tres mil doscientos sin estar afectados por ambas enfermedades.
Tras estudiar todos los datos, los científicos lograron identificar diferentes variantes en 3 lugares, los cromosomas 3, 9 y 19, relacionados con el adenocarcinoma de esófago y esófago de Barrett. También descubrieron una variante genética en el cromosoma dieciséis, vinculado al esófago de Barrett, asociándolo también a un aumento del riesgo de adenocarcinoma de esófago.
«Estos avances suponen un gran punto de partida para nuevos estudios epidemiológicos para detectar variantes causales que podrían desarrollar esófago de Barrett y adenocarcinoma de esófago«, explicó Vaughan.
Los investigadores confían que estos estudios ayuden a la creación de nuevas formas de análisis para detectar personas mas proclives a desarrollar adenocarcinoma de esófago y su precursor, más aún cuando se añaden síntomas como la obesidad y el reflujo gástrico.